La jardinería puede parecer una actividad demasiado demandante y poco productiva, en cuanto a lo económico. Pero todo con dedicación y entusiasmo logra convertirse de tedioso a atractivo en un corto período de tiempo.
Y sí, es una actividad que requiere una gran cantidad de tiempo en su mantenimiento. Se debe estar pendiente de regar las plantas, no permitir que las plagas se acerquen a estas y otras cosas.
Pero, como se dijo al principio de la entrada, con dedicación, esta labor puede convertirse en algo atractivo. Luego de conocer los trucos y consejos que se darán a conocer, querrás salir corriendo a comenzar con tu nuevo jardín.
Si deseas ser un experto de la jardinería, sin necesidad de un gran esfuerzo, te invitamos a leer este post, completo.
Trucos para ser un experto de la jardinería
Usa cáscaras de huevo para plantar tus semillas.
Las cáscaras de huevo son elementos que aportan una gran cantidad de propiedades beneficiosas al suelo. El calcio es uno de los nutrientes más provechosos que estás logran brindarle a la tierra donde se encuentran.
También, funcionan perfectamente como abono 100% orgánico, luego de se enterradas con las plantas. Las cáscaras de huevo, al provenir de un ser vivo, son fácilmente degradables, sin dejar residuos contaminantes en el suelo.
Solo se debe vaciar el contenido de los huevos, sin tener que quebrar toda la cascara. Con solo realizarle una abertura por alguno de sus extremos bastará.
Luego de haber hecho esto, se procede a introducir algo de tierra dentro de la cáscara. Se finaliza esta labor, colocando alguna semilla dentro de esta tierra. Ahora queda esperar que crezca un poco la planta.
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Luego que la planta haya nacido y crecido un poco, lo siguiente es colocar la planta en el suelo. Previamente, se debe realizar un hoyo, donde se plantará la cáscara de huevo, con la pequeña planta dentro.
Esto comúnmente se realiza en aquellas temporadas donde la situación climática no permite realizar siembras en el patio o jardín. Lo mejor es que, cuando ya las condiciones climáticas lo permitan, no hay necesidad de realizar una trasplantación.
Siembra plantas como la caléndula, ya que ayudan a prevenir plagas.
Algunas plagas, como moscas, mosquitos y gusanos, suelen molestar mucho en la labor de crecimiento de las plantas. La frecuente presencia y contacto de estos con las plantas puede llegar a afectarles de forma negativa.
Debido a su fuerte olor, la planta llamada caléndula, puede ayudarte a mantener algunas plagas lejos de tus plantas. Además, cuentan con raíces altamente aromática, también, lo que previene que gusanos arrasen con las raíces de otras plantas.
Reutiliza tenedores desechables como protección de las plantas.
Este excelente truco de jardinería provocará que este espacio luzca como si estuviera hecho por un profesional. Pero debe ser utilizado por un determinado plazo de tiempo y con plantas recién nacidas.
Las plantas cuando comienzan a crecer del suelo, se caracterizan por ser muy frágiles. Cualquier golpe o contacto fuerte puede llegar a destruir gran parte de su tallo, imposibilitando su crecimiento.
Para evitar que los animales crucen entre los sembradíos, lo mejor es colocar algunos tenedores cerca. Estos objetos le indicarán al gato o al perro que el paso por esa zona esta restringido, dejando que las plantas crezcan con libertad.
Usa botellas para crear un sistema de auto regado improvisado.
Regar las plantas es uno de los factores por los que las personas no incursionan en el mundo de la jardinería. Suele ser tediosa la labor de recordar las horas y los días que las plantas deben ser regadas.
Por eso, un truco muy útil es el de crear un sistema de auto regado con botellas. Una botella de vino puede ser la indicada para esta labor. Se recomienda para plantas que necesiten más constancia en su hidratación.
Coge una botella, llénala de agua, tápala y con un martillo y un clavo, haz un pequeño hoyo en la tapa. Si la botella no posee tapa, no debes preocuparte, solo introduce algunas piedras pequeñas dentro de esta.
Con esta técnica de auto regado improvisado lograrás que el suelo, donde se encuentre la planta, se mantenga húmedo. El agua bajará lentamente de la botella, dejando escapar la cantidad necesaria para que no se gaste rápidamente.
Incluye filtros para colar café en las macetas.
La función principal de los filtros de café es hacer que el líquido se drene despacio. Por lo que su inclusión dentro de una maceta es uno de los mejores trucos. Debe ir colocado entre la tierra y el recipiente o maceta en cuestión.
Este filtro de papel evitará que el agua se separe rápidamente de la tierra donde está sembrada la planta. Logrará drenarse, pero de forma lenta, permitiéndole a la tierra absorber la mayor cantidad de nutrientes posibles de este líquido.
Usa cáscaras de naranja para sembrar plantas pequeñas.
Este truco de jardinería es muy similar al de la cáscara de huevo, ya que cuenta con el mismo propósito. En tiempos donde se imposibilita la tarea de sembrar en exteriores, usar cáscaras de naranjas puede ser la solución.
Funcionan perfectamente como abono orgánico, luego de ser sembradas en la tierra, junto a la planta. Para que el agua no quede estancada en esta maceta natural, es realizar un pequeño agujero debajo de la cáscara.
Debes revisar las semillas antes de sembrarlas, estas tienen que estar en buen estado.
Un experto de la jardinería debe saber que no se pueden sembrar las semillas sin antes revisarlas una por una. El estado en que se encuentren las semillas determinará si la planta crecerá de forma correcta o no.
Para llevar a cabo este truco, se debe utilizar un pedazo de servilleta de concina previamente humedecido. Luego procede a colocarlo en alguna superficie totalmente plana. Para culminar colocando cada semilla sobre el papel, dejando un espacio prudente entre ellas.
Ahora, se debe doblar la servilleta, llegando a cubrir en su totalidad las semillas que se encuentran sobre este. Procede guardando el papel con las semillas en una bolsa conservadora y déjala reposar en un lugar poco húmedo.
Algunos consejos para ser un profesional de la jardinería
Planificación.
Antes de sembrar cualquier planta, lo primero que se debe hacer es crear un plan de acción. Para la realización de este plan, se debe planificar de forma correcta donde, cuando y como se va a sembrar.
Esto se debe a que hay que tener claro con cuanto espacio se cuenta y que condiciones hay para plantar. Cada planta requiere de clima y espacio específico para poder crecer de forma sana.
Un buen consejo también es evitar, a toda costa, plantar arboles de gran tamaño muy cerca de la residencia. Puede que se vea muy bonito, pero debes recordar que sus raíces no van todas hacia abajo.
También se debe tener en cuenta que las plantas, cada cierto tiempo deben ser trasplantadas de un lugar a otro. Algunas de esas, no sobreviven después de esta acción. Así que hay que saber cuales son las indicadas para tener en el jardín.
Recordar que es tu jardín.
De vez en cuando, no es malo aceptar las críticas de las personas, sean buenas, neutrales o malas. Pero siembre debes tener en cuenta que este es tu espacio privado. Así que, si no te agrada algún comentario que hagan sobre tu jardín, no debes darle tanta importancia.
Lo más importante es que la decoración, las plantas y el estilo que le des a este lugar sea de tu agrado. La opinión de los demás no debe causar impacto en lo que tu quieres para tu jardín.
Mantenimiento.
El riego de tus plantas es una parte fundamental de su crecimiento. Con una planificación adecuada de tiempo de regado, esto será un dolor de cabeza menos. Lo más aconsejable, en cuanto a las plantas que necesitan hidratación diaria, es realizar un riego matutino.
Al regar por la mañana, las posibilidades que el agua se evapore rápidamente se disminuyen en gran cantidad. Evitar a toda costa regar las plantas durante el atardecer, pues el follaje tiende a secarse muy rápido en estas horas.
Cuando la temporada se torna calurosa, con altas temperaturas, las labores de mantenimiento se duplican. Debes estar pendiente de cada planta, para así comprobar su estado. Se aconseja distribuir el tiempo por cada tarea, para que no restar tiempo importante a otras cosas.
Otro consejo importante es mantener las herramientas en óptimas condiciones. Evitar a toda costa el óxido en aquellas que sean de materiales metálicos. Preferiblemente debes comprarlas de acero inoxidable.
Recuerda no descuidar la tierra que se encuentra en el jardín, pues esta es la principal fuente de vida de las plantas. Cotidianamente se debe incluir algo de comporta o abono, de origen orgánico, para alimentar el suelo del lugar.
Por último, el cuidado del césped también puede ser una tarea algo tediosa y extenuante. Es difícil saber de que tamaño es más beneficioso. Un consejo es dejar menos de 3cm de altura en invierno y entre 5 y 7cm durante el verano.